lunes, 23 de noviembre de 2009

REFLEXION INICIAL SOBRE LOS CORNUDOS

En el último medio siglo ha cambiado mucho todo el complejo mundo de las relaciones sociales, familiares, personales, sexuales, etc. En el ámbito de la familia se ha producido una verdadera revolución, han surgido nuevos modelos familiares: uniparentales, familias con padres separados, familias de padres y madres homosexuales, etc.

En cuanto al tema de las relaciones de pareja ha habido desde mi punto de vista una evolución mucho más pequeña y los cambios han sido menos significativos, bien es cierto que han surgido parejas homosexuales, considerable aumento de separaciones y divorcios, pequeño porcentaje de parejas “abiertas” o “swingers” (llevándose principalmente de manera oculta al resto de la sociedad). Pero fundamentalmente domina y sigue dominando la relación entre hombre y mujer “a dos” en la que uno de los pilares fundamentales sigue siendo la fidelidad.

La sociedad ha tenido una verdadera revolución sexual en estas últimas décadas, se habla desinhibidamente de sexo en las relaciones sociales y medios de comunicación, hay una mayor promiscuidad, no se oculta el deseo sexual y las relaciones que cada individuo tiene. Pero en mi opinión esta revolución sexual no ha tenido efecto en el mundo de la pareja. Aunque es cierto que se incrementan las infidelidades se solucionan fundamentalmente bien por el silencio (como se ha vivido desde hace cientos de años) bien por el divorcio.

Y a este último tema es al que me quiero referir, a la revolución sexual dentro de la pareja y a posibles soluciones que conjuguen el interés de la mayoría de las parejas de formar una pareja estable y duradera (principalmente en interés de los hijos y de los intereses económicos comunes de la pareja) y el cambio de costumbres sexuales de los individuos y la sociedad.

Existe un mayor porcentaje de infidelidad en estas últimas décadas que en los siglos anteriores (mayor libertad sexual, egoísmo en el comportamiento de los individuos, liberalización de las costumbres sexuales, , mayor incorporación de la mujer al trabajo y por ende mayor capacidad de entablar relaciones sentimentales o sexuales, etc.). Y otro factor importante es el rol sexual de la mujer en estas últimas décadas: reivindicación del derecho al placer, sexo no ligado a procreación y papel preponderante sexual de ellas frente a un papel cada vez más secundario del hombre en el ámbito sexual.

Todo este cúmulo de factores ha hecho aumentar el número de infidelidades que desembocan en un importante número de divorcios con las consecuencias a mi juicio en gran parte negativas de destrucción familiar, complicaciones en las conductas de los hijos, etc.

Para solucionar esta situación no han surgido prácticamente nuevas figuras en las relaciones de pareja, salvo las parejas “swingers” (intercambio de parejas con fines sexuales), escasísimos casos de parejas “poliamorosas” y prácticamente nada más.

En la mayoría de los casos el interés sexual de los integrantes de la pareja se solventan por la vía de la infidelidad y los temidos “cuernos” que como decíamos antes, bien se resuelven por el silencio ligado al sufrimiento, bien por la vía del divorcio.

Además de la gran dificultad de mantener el deseo sexual hacia la pareja después de muchos años de vivir en pareja, de roces por la convivencia, la monotonía se hace dueña de la cama, resistencia a pedir nuevos deseos sexuales hacia tu pareja, fantasías, etc.

Creo firmemente que la solución a todo este asunto pasa por aceptar y fomentar la figura del cornudo y/o cornuda consentidor. Esto va teniendo su auge fundamentalmente a través de INTERNET donde el anonimato ayuda a liberar y confesar esta figura del cornudo consentido que socialmente sigue mal visto.

No todas las personas aceptan fácilmente saber que su pareja tenga sexo con otra persona de forma estable o esporádica. Soy plenamente consciente que choca con la mentalidad adquirida a lo largo de los siglos el aceptar que tu pareja tenga un amante y más de forma estable. Una relación ocasional es de más fácil aceptación para una buena parte de la sociedad, al menos se perdona con mayor frecuencia. Pero si surgen relaciones sexuales continuadas con la misma persona fuera de la pareja, es mucho más duro de aceptar para una gran mayoría.

Pero reflexionemos con tranquilidad y sinceridad sobre esa figura de cornudo consentido en el mundo de la pareja actual. Desde mi punto de vista aceptar que tu pareja tenga un amante estable es favorable para conseguir en la actualidad que sea una pareja duradera, estable, que supondría muy previsiblemente una mayor seguridad para los hijos, para una mayor estabilidad económica, etc. De esta manera convivirían la estabilidad que todas las parejas buscan con la adecuación a la sexualidad actual.

Ahora bien, la figura de cornudo consentido debe ser aceptado bien, al 100%, de no ser así los problemas son importantes, reproches constantes, falta de confianza y un final de divorcio casi seguro.

Abundan en Internet las páginas, los chats, los foros que tratan el tema del cornudo consentido y cada día se ven más personas interesadas en este aspecto y que muestran un gran interés por esta figura, especialmente los varones, abundan muchos hombres que muestran abiertamente su deseo de ser cornudo, del morbo sexual que les produce saber que su esposa mantiene relaciones sexuales con otros hombres y muchos explican abiertamente su experiencia como cornudos.

Para la mayoría de estos hombres es un orgullo saber que su esposa disfruta con otros, en ello influyen varios elementos de componente sexual como: morbo por la humillación, sumisión que les supone que sus mujeres disfruten con otros hombres, amor hacia su esposa sin límites, deseo de que su mujer se comporte como una mujer desinhibida, lanzada (que es un deseo habitual en los hombres), etc.

Actualmente el papel sexual de la mujer es muchísimo mayor, los medios de comunicación, la sociedad en suma ha hecho a la mujer la reina del sexo, se le debe dar todo el placer, procurar su satisfacción, se alaba su capacidad multiorgásmica, etc. Por todo ello cada vez se impone más su papel preponderante frente al del varón y de ahí surgen las infidelidades, los cuernos, etc.

Por ello creo firmemente en la figura del cornudo consentido como la mejor solución en la sociedad actual para asumir toda esta revolución sexual que hemos tenido en estas décadas. Creo que el varón está asumiendo poco a poco este papel y que esto favorecerá sin duda la estabilidad de las parejas, el disfrute compartido del morbo de saber que tu esposa disfruta abiertamente con otra persona (siempre dentro del respeto al cónyuge) y animo a que se reflexione libremente, sin tabúes preconcebidos sobre esta posibilidad y a que aprendan a explorar nuevos caminos, nuevos límites en las relaciones de pareja y sexuales.

En este blog seguiremos escribiendo opiniones, experiencias sobre los cuernos, los cornudos y cornudas y me encantaría que me ayudarais con imágenes, experiencias, opiniones sobre este apasionante mundo de los cuernos y los cornudos.